Ya dijo Florentino Pérez en la primera de sus múltiples entrevistas electorales (hoy por cierto acude a la Cope) que Zidane liderará su nuevo proyecto en caso de ser él el presidente, que lo será por falta de oposición -Si alguien quiere que le hagamos competencia me apunto, pero aviso que no soy socio con 20 años de antigüedad y lo de los millones lo tendría que mirar, creo que algo ví debajo de mi cama el otro día-.
Bien, pues el ex jugador merengue tiene por delante, junto con el futuro técnico que llegará más pronto que tarde, la misión de reconstruir la casa blanca, porque bulldozer Mourinho no ha dejado en pie ni al utillero.
Más allá de intentar dar la vuelta a la pésima imagen internacional que ostenta el Real Madrid ahora, el francés y
1. Cambio en el estilo de juego: y con el estilo no me refiero al contragolpe o al tiki taka o como queraís llamar al estilo que más os guste. Me refiero a la implantación de una filosofía global para todo el club, desde los benjamines hasta el primer equipo, al igual que su homónimo culé, cuyo estilo definido no se discute aunque los resultados a veces no acompañen. Zidane tiene en su mano ser el creador de una identidad que defina al Real Madrid.
2. Contratación de un defensa lateral derecho: basta ya de Arbeloa por favor. Un equipo que se vanagloria de ser el mejor del planeta no puede tener un lateral tan limitado. Y esto lo extrapolo a la Selección, que quede claro. Parece que Carvajal será la solución al dilema de la banda derecha, huérfana desde que Ramos se mudó al centro de la defensa.
3. Un sustituto para Xabi Alonso: el tolosarra acaba en la reserva temporada tras temporada. Mou no ha encontrado ningún recambio que supla al timón merengue. Además el equipo se hace más predecible cuando sólo él es capaz de dar criterio a la salida de balón del equipo (el Dortmund ganó al Real sólo con poner un hombre cerca del centrocampista). Gundogan es mi favorito, pero ya sabemos todos que yo no tengo ni
4. Fichaje estrella: ya sea Bale, Cavani, Maroto o el de la moto Florentino está obligado a traer a algún jugador que ilusione y renueve el proyecto que inició hace cuatro años y que con Llourinho no ha terminado de despegar. Además, el fiasco en la contratación de Neymar va a acabar con la reputación de Floren, míster servilletas.
5. Sacar el 100% a una plantilla que con el entrenador saliente no ha dado más que destellos de la calidad que atesora.
Trabajo y más trabajo para el crack francés, que tiene ante sí la oportunidad de construir un equipo y, por ende, darse caché de cara a un futuro en los banquillos.
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